27 octubre 2011

VILLANOS



Sobre supervillanos tratan dos cómics americanos recientes muy distintos editados en la línea Icon de Marvel y publicados en España por Panini Cómics. Son NEMESIS e INCÓGNITO.
NEMESIS es una historia breve y completa en cuatro entregas (al menos por ahora) escrita por Mark Millar y dibujada por Steve McNiven, que ya hicieron equipo para la popular CIVIL WAR de Marvel. Trata sobre el único supercriminal del planeta que se dedica a buscar adversarios de su talla entre los cuerpos policiales de todo el mundo y retarles hasta provocar su muerte, y en manos del autor de KICK-ASS (que curiosamente iba sobre lo triste que realmente es intentar ser un superhéroe) y SE BUSCA (una historia muy diferente sobre la supervillanía y sus liberadoras bondades), es un show espectacular con pirotécnico aire cinematográfico y un tono en el que predomina lo abiertamente cool sobre un desarrollo más esmerado de los personajes y el desarrollo del argumento, aunque esté bien perfilado en su sencillez, explotando con previsibles golpes de efecto una premisa obvia de manera que puede resultar hasta fresca y original en apariencia, aunque se quede finalmente en una entretenida diversión.

INCOGNITO, de Ed Brubaker y Sean Phillips, se editó hace más tiempo, pero ahora se ha publicado su secuela: INCOGNITO, MALAS INFLUENCIAS, donde continúan las desventuras de Zack Aniquilante, un antiguo villano que trabajaba para una gran organización criminal y se vio forzado a entrar en el programa de protección de testigos y traicionar a sus compinches. Así era al menos como comenzaba el primer tomo, porque a Zack le han ocurrido un montón de cosas interesantes desde ese instante, y en este punto su situación ha cambiado radicalmente, no necesariamente para mejor. El filón imaginativo de Brubaker parece no agotarse e imprime a la historia un barniz cínico, fatalista y descreído, que no oculta otras capas igualmente interesantes a través de una legión de personajes secundarios de variado pelaje bien perfilados, como los que creó para SLEEPER, serie precursora de esta realizada hace años para Wildstorm, donde narraba la comprometida situación de Holden Carver, agente infiltrado en una organización terrorista internacional de supercriminales y abocado como Zack Aniquilante a un continuo dilema moral y al descubrimiento interior insatisfactorio de su propia y auténtica identidad.

J.A.Santiago

20 octubre 2011

LOS FANTASMAS TÁCTILES

Título: LA PROTECTORA

Autor: KEKO

Editorial: EDICIONS DE PONENT

Páginas: 64

PVP: 20 €

KEKO es un autor monstruoso.No podría haber empezado ésta reseña de otra forma.Hace días que terminé la lectura de la nueva obra de éste autor madrileñode nombre Jose Antonio Godoy,que firma sus obras con el nombre de KEKO,pero hasta éste momento por razones ajenas,no he podido ponermedelante del ordenador a escribir ésta reseña.
En ese tiempo que ha pasado desde que cerré sus páginas,no ha pasado día que no me acordara de muchas de sus imágenes.
Para quien no lo sepa,en ésta obra,KEKO continúa la obra de Henry James 'OTRA VUELTA DE TUERCA',allí dónde la dejó su autor,considerado uno de losmejores escritores de la historia de la narrativa.
Yo ya lo dije en su momento,pero no me cansaré de repetirlo:KEKO desborda talento.
Ese mismo que impregna las páginas de su anterior obra como autor completo,'LA CASA DEL MUERTO'(cómic que no dejaré nunca de recomendar,nominadocomo Mejor Obra del 2006 en el XXV Salón Internacional del cómic de Barcelona)o '4 BOTAS'(Premio a la Mejor Obra del 2002 en el XXI SalónInternacional del Cómic de Barcelona).
Deja también muestras de su maestría en publicaciones como 'ALMANAQUE COMESTIBLE'.
Todas las obras mencionadas están publicadas por EDICIONS DE PONENT(no podría haber sido otra),una de las mejores editoriales que tenemos por éstoslares que publican 'delicatessen' como las anteriormente mencionadas,y también la que hoy nos ocupa en éstas líneas.
Obra incluida dentro de la colección 'EL CUARTO OSCURO',dónde se hacen versiones 'alternativas' de clásicos del terror de la literatura universal,adaptadasal cómic,en unas ediciones que ya de por sí merecen un premio,y su merecida adquisición.
Para los que no se hayan leído 'OTRA VUELTA DE TUERCA',les recomiendo que antes de leerse éste cómic,se hagan con una copia del libro.Les puede aclararmuchas cosas antes de iniciarse con la continuación que ha urdido Keko en su cabeza,así que intentaré no desvelar demasiado de la obra original.
En éste cómic Keko continúa con la historia dónde Henry James la dejó(listón muy alto,pero que sobrepasa con creces),retomando a Flora,a laSra.Gross y a su tío,el señor de Bly.A partir de aquí,Keko despliega todos sus recursos como autor(que son muchos),para meternos en una historiade fantasmas,de dobles espejos,todo teñido con una atmósfera inquietante y compleja.
Ahondando más en los recursos que utiliza aquí el autor,es la primera obra dónde se vale de herramientas digitales,las cuales potencian la fuerza gráficade las viñetas de Keko.En obras anteriores,se nota que es un maestro en el tratamiento de su experimental blanco y negro marca de la casa,pero,a mi juicio personal,aquí alcanzan cotas altísimas,superándose a sí mismo,dónde coincide que también es su mejor obra.
No me queda más que recomendar ésta obra de un autor que se prodiga poco,pero cuando se asoma a la actualidad comiquera con una nueva obra,no falla....Rompe moldes,sin lugar a dudas,dando lo mejor de sí.
Desde ya,guarda un puesto privilegiado como mejor cómic del año 2011.

Francisco Jose Arcos Serrano.

JUGANDO AL GATO Y AL RATÓN

Título: DOLLS KILLER

Autor: SERGIO BLEDA

Editorial: DOLMEN

Páginas: 124(color)

PVP: 25 €


En ésta obra,escrita por Nicolás Pona y dibujada por Sergio Bleda,nos ofrecen una historia de serie negra,con un asesino en serie difícil de capturar,ambientada en Nueva York.
Esta obra se publicó originalmente en Francia.
Cuando lean éstas líneas,estarán pensando que éste argumento está ya muy 'trillado',pero hay que fijarse en que lo más importante no es el fondo,sino laforma de contarlo:
Su protagonista es una policía con una fuerte personalidad(Juliette Desanges)con un pasado en forma de trauma psicológico que lastra sus días como oficial,lo que le hace obsesionarse con el caso que tiene entre las manos.Gracias al guión de Pona,la historia te sumerge de forma adictiva en la historia,y atrapa desde las primeras páginas en una historia muy interesante,sobretodo para los amantes de los 'serial killer'.
Si a eso le sumas una caracterización muy buena de los personajes y de esa visión que tienen ambos autores de la ciudad de Nueva York,hace de ella unaadquisición de obligada lectura.
Sergio Bleda realiza aquí uno de sus mejores trabajos como dibujante,llenando las viñetas de ese estilo tan característico suyo,potenciado en éstaocasión con unos contrastes gráficos que le van de maravilla a la historia que se está contando.
Hay que avisar de un pequeño detalle a los despistados,para que no se lleven ninguna sorpresa:la historia que se cuenta está inacabada.Tuvo que cancelarse por su editor francés ocasionado por las malas ventas,pero no se preocupen,amigos lectores,que Bleda y compañía han subsanado ese error:
La edición que nos presenta DOLMEN dentro de su línea 'Siurell',incluye los 2 números que se editaron en Francia y como sustituto del tercer número(quenunca llegó a publicarse)un texto a cargo de Nicolás Pona,con ilustraciones de Bleda,de lo que debió ser en su momento ese tercer número perdido en ellimbo editorial.
Como demás extras se incluyen ilustraciones,bocetos,diferentes diseños de las portadas y mucho más que hará las delicias de los fansde Sergio Bleda(entre los que me incluyo).
Todo ello en una preciosa y excelente edición en tapa dura,con una pequeña reducción de los bocadillos de texto,respecto a su edición original,pero queno empaña para nada el producto final.
No hay que olvidar que en éstos días Sergio Bleda está celebrando su 20º aniversario como autor de cómics(1991-2011),el cual coincide con otra de susgrandes novedades publicada hace muy poco también por aquí,el libro de dibujos 20 AÑOS ENTRE PINCELES,también muy muy recomendable.
Bleda corresponde a ese grupo de dibujantes españoles que tuvieron que trabajar fuera de España para desarrollar una carrera digna dentro del cómic,sobretodo dentro de Francia,dónde el cómic está mucho mejor visto que por nuestras tierras.
Espero que éste integral en tapa dura sea muy goloso para los lectores que se acerquen a él,y que sea un éxito de ventas....El equipo detrás de la historiase lo merece y también DOLMEN por apostar con fuerza por autores españoles y sobretodo por una serie de género como ésta.
Desde aquí,mi más sincera recomendación.


Francisco José Arcos Serrano.

10 octubre 2011

CUANDO HACES POP…

Título: LOS 4 FANTÁSTICOS. LA EDAD DORADA
Autor: STAN LEE, JACK KIRBY, JOE SINNOT
Editorial: PANINI
Páginas: 488
PVP: 34,95 €

Puesto el grueso tomazo de Panini sobre la mesa, le entran a uno ganas de escribir una larga frase que abarque la reseña de principio a fin, comenzando con algo parecido a “este tebeo de Stan Lee y Jack Kirby” y terminando con una retahíla interminable de adjetivos laudatorios. Pero claro está que no es plan, y además me faltaría vocabulario.
Digo “este tebeo” y en puridad son “estos tebeos”, porque aquí compilados van veintidós: los números 44 a 63 de Fantastic Four, con fechas de portada consecutivas desde noviembre de 1965 hasta junio de 1967, más los anuales 3 y 4 de la susodicha cabecera, de 1965 y 1966. Lo que se dice un festín. Todos ellos los dibujó Jack Kirby, que es la fuerza más enérgica y definitoria de la historia del género de los superhéroes, y los escribió, también todos, Stan Lee. La gran mayoría, esto es, veintiuno de los veintidós, están entintados por Joe Sinnott, quien arropó con dulzura la explosión gráfica del Rey Kirby en aquella lejana década ye-ye y convirtió por méritos propios la díada fantástica en una suerte de tríada de ases. Es sabido que el Kirby de los presentes episodios es un artista en transición hacia su máximo estadio, la escritura y realización de la gran obra maestra del género, El Cuarto Mundo, pero qué duda cabe que su feliz aleación con Lee y Sinnott acabó otorgando a estas páginas una irrepetible cualidad de estándar.
Pues lo que tenemos aquí es precisamente eso, un modelo a seguir, el rasero con el que se miden y se medirán los demás tebeos de superhéroes, tal como pueden serlo el Supermán de la era Weisinger o el Spiderman de Romita, y véase que hay que recurrir a trabajos sobre iconos para la comparación. Cierto es que, a diferencia de esos dos, la dimensión sociológica de las aventuras de Míster Fantástico, la Chica Invisible, la Cosa y la Antorcha Humana es muy inferior –aunque ni mucho menos despreciable–, pero poseen idéntica frescura y son un derroche creativo y estético. Lo de Lee y Kirby presume de mayor coherencia narrativa y tiene tal atractivo, progresión y riqueza que lo deja a uno sin aliento. Son quizá el epítome de las obras del género y nunca más claramente que los episodios que aquí se compilan, en los que se sucede la acción y la invención a partes iguales. La llegada de Galactus, la aparición de los Inhumanos, el encuentro con Estela Plateada, la presentación de Pantera Negra, figuran entre los grandes hits de un tomo que incluye también, y entre otras cosas, la boda de Reed y Sue y el descubrimiento de la Zona Negativa. Todo aquí es alarde y maravilla, y diversión continua.
Estamos este año en plena celebración de las cinco décadas de vida de Marvel y la verdad es que no se me ocurre mejor forma de sumarse al evento que leer estos clásicos entre los clásicos del género de superhéroes. Más aún cuando se ofrecen al lector, como es el caso, en un formato atractivo y a un precio muy razonable. Representan lo mejor de este singular y exitoso universo de ficción; son, en pocas palabras, una verdadera joya pop.


Javier Fernández

04 octubre 2011

UNA PÁGINA DE LITTLE NEMO, DE WINSOR McCAY


Un gigante entre hormigas. King Kong aplastando clicks de Famóbil. El Dios creador del Antiguo Testamento impartiendo implacablemente su castigo de ceniza sobre los hombres. El diluvio universal anegando una armada de barquitos de papel…
Cuando era pequeño soñaba con ser muy grande. Y ahora que he crecido, lamento no ser grande. Sólo algo más viejo. Y con el tiempo, mis sueños han cambiado. Ya no me imagino en un trono dorado, revestido de honores y los súbditos a mis pies. Me conformo con ser el amo de una isla desierta y a Claudia Schiffer sirviéndome una piña colada. Cosas de la edad -“mi reino por una erección”, lo mismo que dijera Ricardo III al llegar a la andropausia-.
Un psicólogo encontrará lógicas concomitancias entre ambos sueños. La persona es la misma. La idea es similar. El subtexto es idéntico. Pero ¡ah! el tono, las imágenes, los colores… menuda diferencia. Ahora duermo en blanco y negro, y el contexto siempre resulta reconocible, aunque de un modo peculiar. Los objetos me resultan familiares; los personajes dejan cierta sensación de dejá vu; los obstáculos insolubles apestan a cotidianidad; el resultante final es asfixiantemente mediocre. El cine de las sábanas blancas ha devenido un cinta de vhs gastada. Qué diferencia con los sueños de antaño, proyectados en 70 mms sobre una pantalla de cinerama en prodigioso technicolor. Ahora, la sensación de maravilla ha desaparecido. Lo que nos queda es un simulacro. El recuerdo de un recuerdo que ni siquiera llegó a existir. Un castillo de naipes encantado envuelto en cantos de sirena. Pero qué más da que sean mentiras, si te hacen sentir vivo. Sueño con mis sueños de infancia y aún me asombro con la promesa de eternos prodigios por disfrutar. Abro las páginas de Little Nemo, en su maravillosa edición limitada “Esos Maravillosos Domingos”, y esa promesa se traduce en una realidad tangible, tamaño sábana, donde mis mejores fantasías de infancia vuelven a hacerse realidad.
¿Quieres saber algo de Winsor McCay? Acude a la wikipedia; este blog no se presta a ese juego tan vulgar del corta-y-pega. ¿Quieres datos? ¿Referencias? ¿Un análisis riguroso? ¡Por favor…! “Little Nemo” es fantasía, algo intangible, tan liviano y evanescente como las burbujas de champán cuando ascienden por la garganta. Y a la vez, tan trascendente y esquivo como un coro de ángeles castrati, cantando a las puertas del paraíso.
Little Nemo huele a naftalina. Es absurdo y ridículo. Reiterativo y cursi. Una antigualla para modernos. Un viejo vino a conservar embotellado para sumillers a la violeta. Pero, para mí, es como la voz de Dios llamando a mi conciencia. Un runrún calmo y constante que me asalta y me ilumina, invitándome a participar de la eternidad, a compartir un secreto íntimo que despierta a voces en mi alma. Un rayo láser en mi cerebro que me inunda de una verdad profunda y antigua, muy antigua, que cambia mi percepción del mundo y me transforma para siempre.
Lo que los tebeos fueron. Lo que son. Y lo que seguirán siendo.


Tito Alberto.