Título: Las tres paradojas
Autor: Paul Hornschemeier
Editorial: Astiberri
Páginas: 84
PVP: 16 €
Sin duda, Paul Hornschemeier es uno de los autores más sugestivos del panorama actual de la historieta estadounidense. Es minucioso en el diseño de sus obras, bellas y elegantes, y demuestra un continuo deseo de experimentación formal y estética que se acompaña siempre de una destacable penetración temática. Los dos volúmenes de su trabajo disponibles en nuestro idioma, Madre, vuelve a casa y Las tres paradojas –servidos ambos con el respeto al lector y la pulcritud habituales de la editorial Astiberri– son una buena muestra de la coherencia artística del autor de Forlorn Funnies y le han granjeado comentarios laudatorios dentro y fuera de la industria. El mismísimo Will Eisner lo saludó en la solapa de Madre, vuelve a casa: “¡Brillante! Excelente literatura gráfica. Este libro deja el gueto del cómic muy atrás”; y, por su parte, el escritor Jonathan Lethem le dedicó las siguientes líneas recogidas en la contraportada de Las tres paradojas: “Paul Hornschemeier no resuelve la tensión entre el tono irónico y el tono íntimo de sus trabajos, sino que lo explota maravillosamente. El resultado irradia brillantez”.
Nacido en Cincinnati en 1977 y educado en el ambiente rural de Georgetown, Hornschemeier se sintió atraído por el lenguaje de la historieta desde la lectura, siendo niño, de la reedición de un número de la seminal e inigualada etapa de Steve Ditko en Spiderman, y también tuvo a su disposición algunas maravillas como los libros de Edward Gorey y recopilaciones de viñetas del New Yorker, amén de los habituales tebeos de superhéroes que llegaban a su pueblo. Como revela Gary Groth en la entrevista realizada a Hornschemeier en el número de verano de 2005 de la sensacional revista Mome: “A los 18, asistió a la Ohio State University (donde finalmente se convirtió en el único historietista de su generación que obtuvo una titulación en filosofía) y tuvo una revelación: Ghost World de Dan Clowes”. El descubrimiento del panorama indie impulsó al joven artista a editar su primera serie de tebeos, de corte vanguardista, titulada Sequential y, posteriormente y bajo el prestigioso sello Fantagraphics, otra de nombre Forlorn Funnies en la que vio la luz por entregas Madre, vuelve a casa.
Su trabajo ha sido nominado a premios tan importantes como los Harvey, Eisner e Ignatz, su nombre aparece frecuentemente en las antologías de nuevo cómic –acreditado en cualquiera de sus facetas de autor, diseñador o colorista– y se le ha incluido en experiencias tan personales como Bizarro o Autobiographix. Precisamente en esta última recopilación publicó una especie de esbozo en blanco y negro de uno de los argumentos cruzados de Las tres paradojas, una anécdota íntima y poética que, al igual que sucede con toda la producción de Hornschemeier, ofrece nuevos e inesperados matices con cada lectura.
crashcomics.blogspot.com
Autor: Paul Hornschemeier
Editorial: Astiberri
Páginas: 84
PVP: 16 €
Sin duda, Paul Hornschemeier es uno de los autores más sugestivos del panorama actual de la historieta estadounidense. Es minucioso en el diseño de sus obras, bellas y elegantes, y demuestra un continuo deseo de experimentación formal y estética que se acompaña siempre de una destacable penetración temática. Los dos volúmenes de su trabajo disponibles en nuestro idioma, Madre, vuelve a casa y Las tres paradojas –servidos ambos con el respeto al lector y la pulcritud habituales de la editorial Astiberri– son una buena muestra de la coherencia artística del autor de Forlorn Funnies y le han granjeado comentarios laudatorios dentro y fuera de la industria. El mismísimo Will Eisner lo saludó en la solapa de Madre, vuelve a casa: “¡Brillante! Excelente literatura gráfica. Este libro deja el gueto del cómic muy atrás”; y, por su parte, el escritor Jonathan Lethem le dedicó las siguientes líneas recogidas en la contraportada de Las tres paradojas: “Paul Hornschemeier no resuelve la tensión entre el tono irónico y el tono íntimo de sus trabajos, sino que lo explota maravillosamente. El resultado irradia brillantez”.
Nacido en Cincinnati en 1977 y educado en el ambiente rural de Georgetown, Hornschemeier se sintió atraído por el lenguaje de la historieta desde la lectura, siendo niño, de la reedición de un número de la seminal e inigualada etapa de Steve Ditko en Spiderman, y también tuvo a su disposición algunas maravillas como los libros de Edward Gorey y recopilaciones de viñetas del New Yorker, amén de los habituales tebeos de superhéroes que llegaban a su pueblo. Como revela Gary Groth en la entrevista realizada a Hornschemeier en el número de verano de 2005 de la sensacional revista Mome: “A los 18, asistió a la Ohio State University (donde finalmente se convirtió en el único historietista de su generación que obtuvo una titulación en filosofía) y tuvo una revelación: Ghost World de Dan Clowes”. El descubrimiento del panorama indie impulsó al joven artista a editar su primera serie de tebeos, de corte vanguardista, titulada Sequential y, posteriormente y bajo el prestigioso sello Fantagraphics, otra de nombre Forlorn Funnies en la que vio la luz por entregas Madre, vuelve a casa.
Su trabajo ha sido nominado a premios tan importantes como los Harvey, Eisner e Ignatz, su nombre aparece frecuentemente en las antologías de nuevo cómic –acreditado en cualquiera de sus facetas de autor, diseñador o colorista– y se le ha incluido en experiencias tan personales como Bizarro o Autobiographix. Precisamente en esta última recopilación publicó una especie de esbozo en blanco y negro de uno de los argumentos cruzados de Las tres paradojas, una anécdota íntima y poética que, al igual que sucede con toda la producción de Hornschemeier, ofrece nuevos e inesperados matices con cada lectura.
crashcomics.blogspot.com
Buenisimo tu blog tio. x)
ResponderEliminar