15 marzo 2010

LA EXTRAVAGANTE MARAVILLA

Título: STRANGE TALES
Autor: VARIOS AUTORES
Editorial: MARVEL
Páginas: 192
PVP: 29,99 $

Siguiendo la estela de Bizarro Comics y Bizarro World (editados en español en un solo volumen) que, les recuerdo, presentaban versiones indie del universo DC, Marvel se ha unido al reconocimiento de los llamados autores alternativos con la publicación de la miniserie de tres números Strange Tales, compilada ahora junto con algún material extra en un tomito de pasta dura, eso sí, en encuadernación fresada a pesar de lo elevado del precio.
Sin ser tan amplia como la otra, la propuesta de Marvel es variada y consistente; más estrecha, sí, pero también más atinada, pues los trabajos presentados aquí son mayormente excelentes. Como en los Bizarro, la estrategia seguida por los autores a la hora de interpretar la franquicia se decanta por la parodia y el humor, pero no siempre, y en el conjunto brillan piezas líricas como la sobresaliente versión de Hulk realizada por James Kochalka en The Hulk Vs. the Rain, el original y filosófico encuentro entre Nightcrawler y Molecule Man debido a Paul Hornschemeier o la hermosa revisión de Black Widow firmada por Matt Kindt, quien pide a gritos la oportunidad de disponer de mayor extensión para recrear el personaje .
En el lado satírico, Strange Tales cuenta con páginas soberbias de Peter Bagge, del que se incluyen sus dos aportaciones al universo marvelita, el número especial The Incorrigible Hulk, serializado en la miniserie, y su cáustico The Megalomaniacal Spiderman, acertadamente recuperado para la ocasión. Tony Millionaire se apoya en Gene Colan para trazar un Iron Man burlesco, Jeffrey Brown se suma a la fiesta con dos simpáticas páginas de The Fantastic Four, Nick Bertozzi dibuja las entradillas de los diversos números de la miniserie, protagonizadas por The Watcher, así como cuatro páginas que desvelan la vida sentimental de M.O.D.O.K. Detallo los anteriores a modo de gancho, pero el resto es también un lujo: Jason, Johnny Ryan, Dash Shaw, John Leavitt y Molly Crabapple, Stan Sakai, Paul Pope, Max Cannon, Michael Kupperman y un etcétera no menos interesante.
Al leer el volumen, la singularidad de cada aportación, la personalísima panoplia de estéticas, reforzadas por el contraste, trae a la mente del lector todos los valores que integraban el espíritu inicial de la Marvel de la década de 1960, antes de la imposición de una narratividad dominante y un discurso exitoso pero pobrísimo, cuando parecía que todo podía suceder en el siguiente número. Si la política continuista fosilizó por completo la creatividad de la otrora llamada Casa de las Ideas, ejemplos como este Strange Tales demuestran el camino para desactivar el daño: no interferir en el desarrollo de las ideas y la visión propia de los autores, confiar en su talento por encima de otras consideraciones.
Confieso que he disfrutado del experimento como un niño, no porque la lectura me haya retrotraído a mi propia infancia, sino porque, ante mis ojos, estos personajes gastados y maltratados hasta la saciedad han vuelto a mostrarse jóvenes y adorables.

Javier Fernández

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