Aprovechando una visita al terruño, léase España o su fragmento más austral, que ya no sabe uno en qué estamos, me he permitido una comilona de tebeos de las que hacen época. Diríase más bien que me lo han permitido las circunstancias, y es que no está el horno para bollos –nunca mejor dicho– con tanta crisis y depresión colectiva, pero, a lo que vamos, he inflado la maleta de cosita buena, buena de verdad. Porque pasa que, permítanme que use el término frívolamente, el exilio voluntario, lo he dicho alguna que otra vez, me ha dejado instalado en México, país hermano en tantas cosas aunque no en esto de la historieta. One world, one market: Basta darse un garbeo para entender que el mercado único se compone de eso, de un único producto, el gringo.
Me confesó una vez Gabi, librero artista de melena afro, amigo y ahí está todo dicho, que “tengo en la tienda todo esto para poder tener esto otro”, en donde esto es una morterada de cómics de superhéroes, ventas fijas para pagar vicios o hipoteca, qué sé yo, y esto otro es un rincón, no tan pequeño, de tebeos de los que se pueden leer sin sonrojo. Así es que ahora, “aprovechando una visita al terruño”, etcétera, me he sumergido en el citado rincón como el que se mete en la taberna desmayado y sale a reventar de medias raciones, una tras otra, sin orden ni mesura. Les cito aquí el menú, invitándolos de paso a que piquen algo, verán que en este rincón de Crash está todo tan delicioso que, pidan lo que pidan, atinarán. La cosa va de novedades, pero no sólo, ya les digo que en el último par de años no he tenido más remedio que leer mayormente en inglés, que viene a ser –honrosas excepciones aparte– como comer plástico.
Ahí va: El hombre de arena, de Federico del Barrio y Mai Prol (De Ponent, 2010); Evelyn, de Andrés G. Leyva (Sins Entido, 2009); Haxtur, de Víctor de la Fuente (Glènat, 2008); Bob Deler, de Felipe Hernández Cava y Keko (Exit Publicaciones, 2008); Duelo de caracoles, de Pere Joan y Sonia Pulido (Sins Entido, 2010); El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim (De Ponent, 2009); Emotional World Tour, de Miguel Gallardo y Paco Roca (Astiberri, 2009); El manual de mi mente, de Paco Alcázar (Mondadori, 2008); Los 12 trabajos de Hércules, de Miguel Calatayud (De Ponent, 2010); Oficio de lectura x 2, de Raúl y Peret (Ayuntamiento de Murcia, 2008); El mago descalzo, de Luis Durán (La Cúpula, 2008); Surfing on the Third Wave, de Miguel Ángel Martín (Rey Lear y Sins Entido, 2009); 36-39 Malos tiempos, 4, de Carlos Jiménez (Glènat, 2009); Artfòbia II, de Gillem Cifré (De Ponent, 2008); Senderos, de Paco Roca (Laukatu, 2009); y, por si alguien aún no lo ha degustado, apunten el delicioso álbum colectivo Nuestra guerra civil (Ariadna, 2006).
En adelante, procuraré dar cuenta detallada de los sabores y matices de estos y otros manjares que no añado por no abusar del espacio. De momento aquí me tienen, ahíto, disfrutando de una sabrosa digestión. Ojalá se apunten al convite. Desearía que les aproveche, pero es que les aprovecha seguro.
Javier Fernández
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