11 abril 2011

¡HAY RECESIÓN, JOE!

Título: TRÁEME TU AMOR Autor: CHARLES BUKOWSKI, ROBERT CRUMB (ilustrador) Editorial: LIBROS DEL ZORRO ROJO Páginas: 60 PVP: 17 €



Charles Bukowski y Robert Crumb. Miel sobre hojuelas. Vale, no es la expresión más adecuada, pero ya me entienden. Me dice Luis Gámez que la reunión de estos dos en un mismo libro es algo así como echar tónica a la ginebra, un hecho lógico y natural, y hasta inevitable. Y sí, que Crumb ilustre a Bukowski, que Bukowski se lea en clave de Crumb, equivale en matemáticas a sumar dos y dos. Pero ya basta de comparaciones, vayamos al grano. Traducidos por Marcial Souto –a quien, sin conocer en persona, tanto estimo, especialmente por sus versiones de J. G. Ballard–, se incluyen aquí tres relatos del maestro del realismo sucio, un escritor que siempre vuelve a uno renovado, fresco y brillante como la primera vez. Leer a Bukowski es abandonarse al voyeurismo más placentero, asomarse a la vida ajena, que tiene parte de la propia. No tanto en situaciones o ambientes, máxime porque el que esto suscribe habita en el sur de España y no en los suburbios de una metrópoli gringa, y lo que allí es natural como la vida misma aquí se vive como ficción, como metáfora de la condición humana. Las imágenes de Bukowski carecen de sutileza y refinamiento, son descarnadas en el sentido en que son puramente carnales, sudorosas, inmediatas, pero no por ello simples, ni carentes de manufactura. El escritor era un maestro de la tensión y la palabra, y su maestría comienza por el oído, o por el ojo, según se quiera entender su faena artística, que consiste en retratar fidedignamente tipos y situaciones. O más precisamente, recrearlos. Todo el que lee a Bukowski lo sabe, que se asoma al mundo, y en realidad se asoma a una invención del mundo en la que flashes de realidad se han transformado en personajes y la anécdota cierta es una excusa para moldear certeras motivaciones. Tráeme tu amor y otros relatos enciende y apaga la luz en tres ocasiones, pues tres son los cuentos aquí incluidos: “Tráeme tu amor”, “No funciona el negocio” y “Bop, bop, contra aquel telón”. En lo que a la temporalidad de la acción importa, el libro camina en progresión desde un incidente breve, y luego otro, hasta el recuento de toda una época, y en todos los casos se tiene la sensación de estar asistiendo a una crisis interminable, a una recesión que no acaba. Quisiera estar eternamente hablando de Bukowski, pero más aún me gusta hablar de Robert Crumb, y debe ser por eso que lo he dejado para el final, para no tener más remedio que citarlo escuetamente. Dice la solapa del libro que es “quizá el historietista más importante de todos los tiempos”. Por mí vale, y además es un ilustrador cojonudo; en algún lugar escribí que Crumb es el mejor dibujante de América. No sigo, mis últimas palabras van para la edición de Libros del Zorro Rojo, que se disfruta desde la sobrecubierta al colofón. Lo dice un connoisseur, por si les sirve de algo.



Javier Fernández

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