09 enero 2012

Chronicles of Wormwood

Glénat ha reeditado la primera entrega de Chronicles of Wormwood al tiempo que ha puesto a la venta la segunda. Ambas son obra de Garth Ennis, ilustradas respectivamente por Oscar Jiménez y el dibujante estrella de Avatar Press Jacen Burrows, que también trabajó con Ennis en el primer volumen de Crossed y con Alan Moore en su Neonomicon.
Si el Crossed de Ennis (sucedido luego por David Lapham a los guiones) es una especie de The Walking Dead pasado de rosca por el filtro salvaje característico de su escritor, Wormwood se encuentra mucho más cerca de su obra más recordada: Predicador.
Tanto por su argumento y personajes, como por encontrar en su narración la medida justa entre los elementos característicos que Ennis introduce en prácticamente todos sus cómics: Humor negrísimo, tono cool, protagonistas carismáticos, exaltación de la amistad, romance imperfecto y la irrupción de lo sobrenatural y religioso con un demoledor estilo crítico y desmitificador.
Y es que la historia se presta a ello: Danny Wormwood es el anticristo. Pero es buena gente y pasa de desencadenar el apocalipsis. Dirige en New York una cadena de televisión al estilo de la HBO y es colega de Jesús, un Mesías afro con rastas algo tocado y con tendencias comunistas.
Además están Jimmy el conejo parlante friki de Star Wars y acosador en la red, Maggie, la chica de Wormwood y uno de los mejores y elaborados personajes del cómic, y villanos imprescindibles como el Papa Jacko o el delirante tándem formado por el mismo Dios (tan poco fiable como lo era en Predicador) y el Diablo.
Si bien el primer tomo nos presenta personajes y situaciones que definen el particular universo de Wormwood sin crear en realidad un gran conflicto cósmico (pese a lo apoteósico de su desenlace), el segundo volumen, La Batalla Final, pone mayor énfasis en ello pero sin descuidar el tono cotidiano y cercano de la historieta.
Pero las afortunadas similitudes con Predicador van más allá: Si en aquella teníamos como hilarante secundario al recordado Caraculo, aquí tenemos nada menos que a un Carapolla para resultar casi tan pringao como aquel. Y en el propio Danny Wormwood vemos ecos de otros protagonistas de los cómics escritos por Ennis, desde su John Constantine de Hellblazer hasta el propio Jesse Custer de Predicador, pero encontrando su propia voz como inglés hijo del demonio a su pesar.
La pelea contra el supuesto destino marcado por quienes quieren manipularle también la recreó Ennis en los planteamientos iniciales de The Darkness, donde el sicario Jackie Estacado seguía más interesado en sus devaneos sexuales y en su amor platónico que en el destino apocalíptico que se le reservaba.
Ambas entregas de Chronicles of Wormwood son sobretodo una lectura amena y divertida.


J.A.Santiago

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