13 abril 2009

HAZLO TÚ MISMO

Título: DIARIO DE UN EXTERMINADOR DE MOSQUITOS
Autor: JOHN PORCELLINO
Editorial: APA-APA
Páginas: 104
PVP: 12 €

Considerado uno de los maestros y referentes del Do It Yourself en el ámbito de la historieta, John Porcellino (Chicago, 1968) comenzó a autoeditarse en 1982 su primer minicómic –sustantivo que define las publicaciones más o menos caseras, normalmente impresas en fotocopias, encuadernadas manualmente y comercializadas directa, informalmente o de manera reducida por el propio autor–, Tales of Hogarth the Barbarian Pig, una serie que mantuvo hasta alcanzar el número once, en 1986. Tres años más tarde, en 1989, Porcellino comenzó la realización de la que es su cabecera más reconocida, King-Cat Comics and Stories, que, en la actualidad ronda los setenta números y ha merecido diversas compilaciones como King-Cat Classix (gruesa antología con las mejores páginas de los primeros cincuenta números de la serie), Ejemplo perfecto (editada en español a mediados de 2008 por Ponent Mon) y Diario del exterminador de mosquitos (recientemente editada en castellano por Apa-Apa).
King-Cat es el vehículo con el que Porcellino viene comunicando a los lectores, año tras año, su narración autobiográfica, haciendo gala de una extraordinaria capacidad de observación y una sensibilidad fuera de lo común, en donde lo que importa es mostrar antes que interpretar, cuestionar antes que sentenciar, y en donde todas y cada una de las experiencias particulares poseen el mismo grado de interés. Su mirada contiene una cierta limpieza, aparentemente descargada de los recursos del melodrama, pero la sucesión de cuadros mundanos en la obra de Porcellino es más que una mera recreación o reinterpretación de la memoria, y la sucesión temporal hace visible el proceso de maduración artística y personal del propio autor, que lo ha ido acercando progresivamente a la filosofía zen.
El discurso de King-Cat es decididamente vitalista y Porcellino recurre a la espontaneidad como modo de articularlo. Una frescura que queda reforzada mediante la característica que primero llama la atención al lector de su obra: el dibujo. El estilo naíf y minimalista de Porcellino, basado en el contraste entre la línea y el blanco, sin sombras, volúmenes o perspectivas, elimina gran parte del romanticismo que, de otro modo, desprenderían sus historias y construye un plano estético ineludible para el lector y que remite, abiertamente, a la tradición más íntima, más propia del cómic, la que no pretende copiar el mundo sino fabricar una nueva realidad visible.
Diario del exterminador de mosquitos, premio Ignatz a la mejor antología en 2005, contiene todas las historias publicadas en King-Cat relativas a la etapa que pasó Porcellino como fumigador de insectos en los pantanos de Northwest, junto con treinta páginas inéditas que cosen el conjunto. El resultado es un buen aperitivo de la obra, atractiva y extraña, de uno de los nombres más singulares del panorama actual de la historieta.


Javier Fernandez

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