11 enero 2011

NOTICIAS DESDE LA CUMBRE (y 2)


Título: Y. CHALAND OBRA COMPLETA, 2
Autores: YVES CHALAND y YANN LEPENNETIER
Editorial: GLÉNAT
Páginas: 136
PVP: 25 €

Porque Chaland, lo dice la sección biográfica de su página web, gozó de una infancia tranquila en provincias, aunque otros biógrafos menos complacientes hablan de pobreza y malos tratos. Sea como fuere, Freddy Lombard comparte la sensibilidad de su creador hacia las dificultades económicas del mundo real. Y en esto, la BD de Chaland se sitúa a un lado del abierto y simple esteticismo habitual del resto de los componentes de la línea Atom, subgrupo de la línea clara con el que se le asocia.
No es casual que la primera aventura de Lombard, El testamento de Godofrío de Bouillon (Le testament de Godefroid de Bouillon, 1981) comience con el trío protagonista abandonando, en medio de la carretera, un viejo –y barato– coche de alquiler averiado que, para más inri, ya estaba casi sin gasolina. Ni que más tarde, y después de una caminata bajo la lluvia, la excusa que lleva a los tres ganapanes a la aventura sea la cuenta del asado que han consumido en el hotel restaurante situado a la entrada de Bouillon. O, mejor dicho, el hecho de no tener dinero para pagarla. “Facturas, siempre facturas”, gruñe Freddy al inicio de la segunda historieta de las dos que integran El cementerio de los elefantes (Le cimètiere des éléphants, 1984) y la precariedad acompaña a los personajes en El cometa de Cartago (Le comète de Carthage, 1986), tercer álbum de la serie, y primero que cuenta con la colaboración al guión del magnífico Yann Lepennetier. Lepennetier figura también en los créditos de Vacaciones en Budapest (Vacances à Budapest, 1988) y F.52 (1989), tramo final de la aventuras de Freddy Lombard, detenidas en seco por el mortal accidente automovilístico que acabó con la vida del dibujante en julio de 1990.
Estos tres álbumes escritos al alimón con Lepennetier quedan como uno de los hitos fundamentales de la BD contemporánea. En ellos, Chaland alcanza la cumbre de su arte y del propio arte de la historieta, esa cota reservada a un puñado de nombres propios. Si El cometa de Cartago es un hermosísimo, inesperado y emocionante canto lírico, Vacaciones en Budapest reinterpreta la historieta francobelga en clave política. En palabras de Chaland, incluidas en la edición de Glénat: “Cuando comencé a trabajar en Vacaciones en Budapest, partía del hecho de que los cómics de los años cincuenta, tipo Spirou, Tintín, etc., no habían hecho ninguna alusión al drama de Budapest, al aplastamiento de la insurrección por parte de los tanques soviéticos, aunque Hungría está aquí al lado, a unos 400 km de casa. Se supone que el cómic es un arte que trata asuntos de su época, sin embargo nunca había hablado de aquello”. F.52, por su parte, es un delirante thriller ambientado en el espacio cerrado de un gigantesco avión de propulsión atómica, y con este álbum se cierra involuntariamente el círculo: en el inicio, Freddy, Sweep y Dina, modestos empleados del F.52, tratan de arreglar el cuatro latas en el que se dirigen al multitudinario despegue. Se les ha pinchado una rueda. No tienen rueda de repuesto. No podía ser de otro modo.

Javier Fernández

1 comentario:

  1. SinTapujos4:40 p. m.

    Este volumen 2 es de compra obligatoria, señores. Una maravilla en guión y dibujo, sin discusión.

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