28 marzo 2011

TODO EL MUNDO ME QUIERE

Título: PENNY CENTURY, Autor: JAIME HERNANDEZ, Editorial: LA CÚPULA, Páginas: 260, PVP: 19 €


Por si alguien aún no se ha enterado, Locas es la bomba. Gusta por igual a mujeres y hombres, a padres e hijos, a terrícolas y marcianos, a rojos y fachas… Cada vez que alguien me pide que le recomiende un tebeo, antes de nada le pregunto: ¿Has leído Locas? Todos los que lo prueban –y cuando digo todos, me refiero a todos–, repiten. ¿Por qué? Porque Jaime Hernandez es muy, muy bueno y Locas es la bomba. Verán que escribo Hernandez sin tilde; y es que hablamos de un chicano nacido en 1959 y criado en California, pero eso ya lo saben ustedes, así que pasemos a otra cosa. ¿Qué es Penny Century? ¿Lo tengo? ¿Me lo compro? Vayamos por partes. Penny Century se sitúa cronológicamente después de los tres tomos titulados sencillamente Locas, ya publicados por La Cúpula, y antes de las historietas que van viendo la luz en la segunda etapa de la revista Love and Rockets –entre las que se cuentan, por ejemplo, las contenidas en La educación de Hopey Glass–. El volumen que nos ocupa traduce el tomo homónimo publicado por Fantagraphics en 2010, compuesto por el grueso de la miniserie Penny Century, que ya había sido editada en nuestro idioma –en cinco cuadernillos en 2004–, así como tres joyitas que no. A saber, la desopilante novela gráfica Whoa, Nellie! (1996), el comic book Maggie and Hopey Color Fun (1997) y la historieta corta Bay of Threes, una suerte de epílogo de la ya citada miniserie publicado en 2002 en Love and Rockets y que sirve de broche al libro. Referente a la novela gráfica, Whoa, Nellie!, que tiene a Vicki Glory y Maggie Chascarrillo como protagonistas secundarias, ha de saberse que toda la cosa es una mera excusa para retratar una sucesión de delirantes y visualmente estruendosas estampas de luchadoras de esas que se citaban día sí, día no, en los primeros tiempos de Locas. Jaime Hernandez aprovecha aquí para explayarse y profundizar en el ritmo narrativo elíptico que caracteriza parte de su producción, de tal forma que la sucesión de planos de voluminosas luchadoras en el cuadrilátero lo dejan a uno maravillado, no sólo por el prodigio estético y compositivo, sino también por esa cadencia propia y exclusiva del lenguaje de la historieta, que nada tiene que ver, felizmente, con lo cinematográfico. Y en cuanto al Color Fun, es una lástima que un tebeo como este, que se distingue dentro de la saga precisamente por el color, se publique en blanco y negro, aunque en esto, quede claro, La Cúpula respeta la edición de Fantagraphics, que ya le quitó la cuatricromía al compilarlo en inglés. Como sugiere el título, Maggie and Hopey Color Fun tiene una frescura particular, su poquito de coña marinera, y prepara al lector para adentrarse en esa virguería, esa oda al fragmento, ese caleidoscopio de personajes, puntos de vista, tonos y estilos que es propiamente Penny Century.

Javier Fernández

3 comentarios:

  1. Javi, aunque como feliz poseedor del Locas in Love (que sí reproduce el Hopey & Maggie Color fun con su coloreado original) tal vez no soy la persona más apropiada para decirlo, vale la pena anotar que Xaime (como solía firmar) es uno de esos prodigiosos artistas cuyo trabajo luce tan bien a color como en blanco y negro (C.C. Beck es otro que se me viene a la mente)

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  2. Guido, llevas más razón que un santo. Xaime luciría bien hasta en fotocopias.

    Un fuerte abrazo.

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  3. Anónimo1:01 a. m.

    me lo apunto Javi!!!!!!
    (Soy Shaila, compañera en el club de lectura)
    ;)

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