03 noviembre 2009

NO SOPORTO MI VOZ

Título: CALLING YOU
Autor: OTSUICHI (guión) y HIRO KIYOIHARA (dibujo)
Editorial: GLÉNAT
Páginas: 200
PVP: 8.95 €

En el epílogo de Calling you, su guionista confiesa: “Escribí esta historia con el objetivo de llegar a hacer algún día algo tan bueno como la novela de Jack Finney La carta de amor”. Y precisamente La carta de amor –relato, que no novela, publicado por primera vez en The Saturday Evening Post en 1959, ignoro si el fallo es de Otsuichi o de la traductora– contiene una frase que viene muy al caso para comentar el tomito editado por Glénat: “Estoy seguro que lo que pasó no hubiese pasado en absoluto si me hubiese sentido de otro modo”.
La carta de amor narra la extraña comunicación que se establece entre Jake Belknap, un joven soltero de 24 años que vive en el Brooklyn de 1959 y una tal señorita Helen Elizabeth Worley, habitante también de Brooklyn pero en la década de 1880. La relación entre ambos se produce mediante el escritorio adquirido por Belknap en una tienda de antigüedades, el mismo que perteneció a Helen casi ochenta años antes. Escondida en un compartimiento secreto, Belknap halla una vieja carta de amor fechada el 14 de mayo de 1882 y escrita al aire por la señorita en cuestión que él, embargado por una extraña y algo ominosa sensación, se decide a contestar formalmente, esto es, echando la respuesta al correo.
Y he aquí que no hay más motivación que el impulso de hacerlo, un sentimiento sin explicación, lo que, en una fantasía menos sutil, correspondería a un encantamiento. Dice también Finney –quien, por cierto y para el que no lo sepa, es el autor de la estupenda novela Los ladrones de cuerpos, la misma que ha generado una ristra de adaptaciones cinematográficas–: “La noche es un periodo extraño; las cosas son distintas de noche, como todo ser humano sabe muy dentro de sí”. Obviamente, la carta de Belknap acabará en manos de Helen, y aquel encontrará un segundo cajón secreto y una nueva carta, y... pero mejor se leen el cuento, ¿no?
Pues bien, lo que quería decir es que Calling you no puede explicarse –ni disfrutarse– sin ese mismo sentimiento inexplicable, esa suspensión de la credibilidad que en este caso toma la forma de anhelo adolescente: una chica, Ryô, estudiante de instituto, que carece de móvil y soporta una especie de exclusión social por parte de sus compañeros se obsesiona con tener uno, y lo imagina con tanto detalle que acaba contactando mentalmente –vía “telefónica”– con una mujer, Harada, y con otro chico, Nozaki, todos separados temporalmente entre sí.
La noche aquí, el periodo extraño de Finney, no es otro que la adolescencia, y el personaje de Otsuichi raya la oscuridad. Como le confiesa a Nozaki: “La verdad es que odio mi voz. Me pone enferma, no puedo oírla. ¡Tanto que me rajaría la garganta si pudiera!”. Nozaki, como cabe esperar, tratará de levantar el ánimo de Ryô, pero el final de Calling you juega con lo inesperado y el manga –apoyado en los bellos dibujos de Hiro Kiyohara– acaba funcionando como retrato de la deriva de una generación hipercomunicada.

Javier Fernández

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