Título: ALL STAR: SUPERMAN
Autor: GRANT MORRISON (guión) y FRANK QUITELY (dibujos)
Editorial: PLANETA
Páginas: 304
PVP: 20 €
La alegórica portada del ahora lejano número 435 de Action Comics (mayo de 1974), obra de Nick Cardy, mostraba a un Superman ceñudo y enfurecido golpeando con sus dos puños cerrados una representación del planeta Tierra apenas mayor que la S del pecho del célebre superhéroe. Mares y continentes salían despedidos en todas direcciones y la leyenda impresa en cubierta rezaba: “¡Cuidado, Tierra! Es el día del Juicio Final cuando Superman grita… ¡Quiero destrozar el mundo!”.
Casi tres décadas y media después, la imagen dibujada por Frank Quitely y Jamie Grant para el número 10 de All Star Superman (mayo de 2008) presenta a un Superman satisfecho y sonriente que contempla otra pequeña esfera terráquea, flotando esta vez entre sus palmas abiertas e iluminando mística, casi religiosamente, el pecho y el rostro del superhéroe. No hay rótulos aquí, sino silencio. El silencio de un dios admirando sus obras.
Y es que si aquella del 74 era la estampa anodina del icono desorientado de la era post-Marvel, el retrato del superhombre a punto de cumplir treinta y seis años de existencia, esta ideada por el peculiar guionista Grant Morrison (Glasgow, 1960) es una especie de interpretación definitiva del mito, que contiene y amplifica el significado y la sustancia de todas las versiones que han forjado el icono conocido como Superman. Así, el protagonista de los doce números de la serie All Star Superman, ahora traducidos y recopilados en un solo tomo por la editorial Planeta, es la quintaesencia de un personaje diamantino pero con pies de barro que supera, quizá por primera vez en su historia, el reto de la evolución, abandonando el estado de ingenua perfección para acabar definitivamente inserto en el parnaso de los mitos.
El Superman de Morrison es un héroe intemporal, dotado de una curiosa motivación: el conocimiento inequívoco de su propia muerte, y se desenvuelve en un entorno de ciencia ficción con el aplomo y la hechura del semidios olímpico que necesita dar por terminadas doce fabulosas tareas antes de pasar a mejor vida. Pero el mundo diseñado por Morrison es también suma de la herencia de siete décadas de tebeos, teleseries, películas cinematográficas, dibujos animados y concepciones de todo tipo alrededor de la musculosa figura voladora venida del planeta Krypton. Y Morrison –asistido por el arte de Quitely y los acabados de Grant– las destila todas ellas con la certeza de que es precisamente el aroma pre-Marvel el que más justicia le ha hecho a Superman. La estructura rinde homenaje al estilo episódico y autoconclusivo y el conjunto progresa en pos de un estudiado sentido de obra, habitual en todo lo de Morrison.
Por una parte, All Star Superman pretende agotar los discursos posibles sobre Superman –y por momentos lo logra–, y, por otra, es un tebeo entretenido, elegante e imaginativo. No hay más mérito en una cosa que en otra.
Javier Fernández
Autor: GRANT MORRISON (guión) y FRANK QUITELY (dibujos)
Editorial: PLANETA
Páginas: 304
PVP: 20 €
La alegórica portada del ahora lejano número 435 de Action Comics (mayo de 1974), obra de Nick Cardy, mostraba a un Superman ceñudo y enfurecido golpeando con sus dos puños cerrados una representación del planeta Tierra apenas mayor que la S del pecho del célebre superhéroe. Mares y continentes salían despedidos en todas direcciones y la leyenda impresa en cubierta rezaba: “¡Cuidado, Tierra! Es el día del Juicio Final cuando Superman grita… ¡Quiero destrozar el mundo!”.
Casi tres décadas y media después, la imagen dibujada por Frank Quitely y Jamie Grant para el número 10 de All Star Superman (mayo de 2008) presenta a un Superman satisfecho y sonriente que contempla otra pequeña esfera terráquea, flotando esta vez entre sus palmas abiertas e iluminando mística, casi religiosamente, el pecho y el rostro del superhéroe. No hay rótulos aquí, sino silencio. El silencio de un dios admirando sus obras.
Y es que si aquella del 74 era la estampa anodina del icono desorientado de la era post-Marvel, el retrato del superhombre a punto de cumplir treinta y seis años de existencia, esta ideada por el peculiar guionista Grant Morrison (Glasgow, 1960) es una especie de interpretación definitiva del mito, que contiene y amplifica el significado y la sustancia de todas las versiones que han forjado el icono conocido como Superman. Así, el protagonista de los doce números de la serie All Star Superman, ahora traducidos y recopilados en un solo tomo por la editorial Planeta, es la quintaesencia de un personaje diamantino pero con pies de barro que supera, quizá por primera vez en su historia, el reto de la evolución, abandonando el estado de ingenua perfección para acabar definitivamente inserto en el parnaso de los mitos.
El Superman de Morrison es un héroe intemporal, dotado de una curiosa motivación: el conocimiento inequívoco de su propia muerte, y se desenvuelve en un entorno de ciencia ficción con el aplomo y la hechura del semidios olímpico que necesita dar por terminadas doce fabulosas tareas antes de pasar a mejor vida. Pero el mundo diseñado por Morrison es también suma de la herencia de siete décadas de tebeos, teleseries, películas cinematográficas, dibujos animados y concepciones de todo tipo alrededor de la musculosa figura voladora venida del planeta Krypton. Y Morrison –asistido por el arte de Quitely y los acabados de Grant– las destila todas ellas con la certeza de que es precisamente el aroma pre-Marvel el que más justicia le ha hecho a Superman. La estructura rinde homenaje al estilo episódico y autoconclusivo y el conjunto progresa en pos de un estudiado sentido de obra, habitual en todo lo de Morrison.
Por una parte, All Star Superman pretende agotar los discursos posibles sobre Superman –y por momentos lo logra–, y, por otra, es un tebeo entretenido, elegante e imaginativo. No hay más mérito en una cosa que en otra.
Javier Fernández
3 comentarios:
uNA PENA QUE pLANETA la cagara de nuevo con la ausencia de una de las portadas.
Aun así,obra que hay que leer,te guste o no el personaje.
La edición bastante mona,la verdad.
Saludos.
IMPRESIONANTE. Es un tebeo 100% Morrison: rescata toda la tradicion de la Edad de Plata e identifica a Superman con las deidades solares de todas las mitologías que tanto apasionan a Morrison y que tanto fundamentan su poética.
El mejor de los últimos años.
Sorprende la aparente facilidad con que está realizado. Se lee tan tan bien, y es tan complicado encontrarse con algo así últimamente... En estado de gracia, o casi, Morrison y Quitely. A ver qué pasa con su Dark Knight, lo tienen chupado si les da por superar a Miller y Lee, pero después de este All Star Superman, uno quiere más. Un saludo impresionado.
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